Actualmente, existen diversas situaciones que requieren la aplicación de conocimientos financieros, como abrir una cuenta bancaria, pedir una hipoteca o simplemente tener que gestionar nuestros ahorros. Por eso, es fundamental
la enseñanza y aprendizaje de la educación financiera.

La educación financiera permite generar capacidades necesarias para la toma de decisiones acertadas y desarrollar hábitos que favorezcan el manejo adecuado de las finanzas, sin importar la cantidad de dinero con el que se cuente.

La carencia en este ámbito puede conducir a las personas a adoptar decisiones
erróneas sobre su economía personal, con el consiguiente riesgo de pérdidas
patrimoniales, endeudamiento excesivo y, en los casos más extremos, exclusión
financiera. Lo anterior también repercute de manera directa en el desarrollo
del país.

La educación financiera busca que la población:

• Conozca y se familiarice con la terminología financiera.
• Adquiera conocimientos y habilidades y fomentar actitudes de respecto a la utilización del dinero.
• Conozca la cultura del ahorro y el control del gasto.
• Aprenda a elaborar y llevar el seguimiento de un presupuesto o plan financiero que permita alcanzar un mayor grado de libertad financiera.
• Aprenda a manejar con efectividad los asuntos financieros a lo largo de la vida.
• Se capaz de leer, entender y comprender, antes de firmar, documentos proporcionados por instituciones financieras.
• Conozca temas relacionados con la seguridad financiera.